DIA MUNDIAL DE LOS OCEANOS LA LLAMADA AZUL DEL PLANETA

Una fecha para escuchar al océano
Cada 8 de junio el mundo celebra el Día Mundial de los Océanos, una jornada impulsada por la ONU para recordarnos algo fundamental: sin océano, no hay vida. Este día no es solo una conmemoración simbólica; es un llamado urgente a mirar hacia ese vasto y profundo cuerpo azul que cubre más del 70% de nuestro planeta, y que hoy enfrenta amenazas sin precedentes.
El océano regula el clima, produce al menos el 50% del oxígeno que respiramos, es fuente de alimento para más de 3 mil millones de personas y, además, es hogar de una biodiversidad que aún no conocemos del todo. Pero a pesar de su inmensidad, su salud está deteriorándose rápidamente. La sobrepesca, la contaminación por plásticos, la acidificación, el aumento del nivel del mar y la destrucción de hábitats costeros son solo algunas de las heridas que el ser humano ha infligido al mar.
¿Por qué un día para el océano?
La idea de establecer esta fecha nació en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992), pero fue en 2008 cuando la ONU la reconoció oficialmente. Desde entonces, cada año se elige un lema que orienta las campañas y actividades globales. En 2025, el tema es: “Catalizando acción para el océano a través de conocimiento y justicia”, una consigna que resalta la necesidad de basar nuestras decisiones en ciencia y de incluir a las comunidades más afectadas en las soluciones.
El Día Mundial de los Océanos también es una oportunidad para rendir homenaje a las culturas costeras, a los pescadores artesanales, a los científicos marinos y a todas las personas que, desde distintos rincones del planeta, están luchando por revertir el daño.
Una mirada a las amenazas actuales
Hoy, los océanos enfrentan múltiples desafíos interconectados:
Contaminación plástica: Más de 11 millones de toneladas de plástico ingresan al océano cada año. En 2050, si no cambiamos el rumbo, habrá más plástico que peces en el mar por peso.
Sobrepesca y prácticas destructivas: Casi el 34% de las poblaciones de peces está sobreexplotada. La pesca de arrastre y otras técnicas dañan ecosistemas marinos frágiles como los arrecifes de coral.
Cambio climático: El océano absorbe el 90% del calor adicional generado por el calentamiento global. Esto altera las corrientes marinas, provoca blanqueamiento de corales y amenaza especies.
Acidificación: Al absorber más CO₂, el océano se vuelve más ácido, lo que afecta a moluscos, corales y organismos que forman la base de la cadena alimenticia marina.
Pérdida de hábitats costeros: Manglares, pastos marinos y arrecifes están desapareciendo a un ritmo acelerado, aunque son clave para la protección de costas y captura de carbono.
Océanos y justicia climática
Un enfoque emergente y vital es el de la justicia climática oceánica. Las comunidades costeras —muchas de ellas en países en desarrollo— son las más afectadas por el aumento del nivel del mar, la erosión costera y la disminución de recursos pesqueros. Sin embargo, suelen tener poca voz en los espacios de decisión global.
El Día Mundial de los Océanos también debe ser un momento para cuestionar: ¿quiénes toman las decisiones sobre el uso de los océanos?, ¿qué conocimientos se consideran válidos?, ¿cómo aseguramos una gobernanza equitativa y sostenible?
Qué podemos hacer (sí, tú también)
Puede parecer abrumador, pero hay mucho que podemos hacer desde nuestra vida cotidiana para cuidar el océano. Aquí algunas acciones concretas:
Reducir el consumo de plásticos de un solo uso: Botellas, bolsas y pitillos son algunos de los mayores contaminantes. Reemplázalos por versiones reutilizables.
Consumir pescado de forma responsable: Infórmate sobre la procedencia de lo que comes. Apoya la pesca artesanal y sostenible.
Participar en limpiezas de playas o ríos: Aunque vivas lejos del mar, la basura que va al desagüe puede terminar allí.
Apoyar políticas públicas y organizaciones que luchan por la protección marina.
Educar y compartir: Habla sobre el tema en tu familia, redes sociales o comunidad. El cambio empieza por la conciencia.
Un futuro azul está en nuestras manos
El Día Mundial de los Océanos no es solo para científicos o activistas: es para todos. Desde una niña que aprende por primera vez sobre los corales hasta un empresario que decide cambiar su cadena de suministro para no contaminar, todos tenemos un rol.
Y aunque queda mucho por hacer, también hay esperanza: zonas protegidas que se están recuperando, empresas que eliminan el plástico de sus productos, jóvenes que lideran movimientos por la justicia climática, y avances tecnológicos que permiten limpiar mares y estudiar especies en peligro.
El océano ha sido siempre símbolo de misterio, abundancia y poder. Hoy más que nunca, necesita que lo escuchemos. Porque salvar el océano no es salvar a un “recurso”: es salvar la vida tal como la conocemos.

Aquí puedes ver las fotografias ganadoras de los años anteriores del concurso de fotografías de la ONU, estamos expectantes a quien ganara la mejor fotografía del 2025.

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